Artículo publicado originalmente por Brenda Valderrama en la columna "Reivindicando a Plutón" del Sol de Cuernavaca el 23 de julio de 2018.
Si la ciencia fuera un pastel, sería un pastel de cuatro
pisos y cada piso sería de un sabor diferente. El primer piso, el más
importante porque es el que sostiene toda la estructura, es la formación de
científicos. A los científicos se les forma desde la infancia mediante juegos,
en la escuela, en los museos, en la familia, con textos apropiados para su edad
que inspiren y orienten para que desarrollen las habilidades indispensables de
cualquier buen científico como son disciplina de trabajo y capacidad crítica y analítica. Esta formación
hay que extenderla a la juventud mediante capacitaciones extra-escolares por
expertos y concursos de talento en disciplinas científicas y tecnológicas donde
puedan foguearse y desarrollar confianza. Posteriormente se necesita
formalizarla con la creación y apoyo a programas de estudio de los tres niveles
de la educación superior, licenciaturas e ingenierías, maestrías y doctorados,
para asegurar que tengamos suficientes científicos y tecnólogos preparados en
áreas estratégicas como son salud y energía, por mencionar dos de ellas.
El segundo piso son las oportunidades laborales porque para
hacer carrera primero hay que tener trabajo. Formar científicos y tecnólogos
requiere un enorme esfuerzo personal y abundante inversión pública durante, al
menos, veinte años. Para aprovechar ese talento se necesita generar fuentes de
trabajo en instituciones públicas donde
puedan realizar investigación básica o aplicada de alto nivel pero también y
con la misma intensidad, hay que fomentar el emprendimiento de base tecnológica
para la creación de nuevas empresas. Finalmente, es fundamental asesorar a
industrias ya existentes para que incorporen maestros y doctores dentro de su
planta laboral con la función de desarrollar y patentar nuevas tecnologías
dentro de las empresas en beneficio de ellas mismas al hacerlas más
competitivas mediante la innovación.
El siguiente piso consiste en dotar a nuestros científicos y
tecnólogos de los recursos suficientes para que, una vez establecidos laboralmente,
desarrollen sus ideas generando conocimiento o nueva tecnología. La inversión
para la generación de conocimiento llamada también ciencia básica es responsabilidad de los gobiernos, sobre todo
del federal, ya que cada proyecto requiere de materiales y equipamiento costosos
y muchas veces importados. Sin esta inversión nuestros científicos se
encontraran fuera de la carrera internacional perdiendo competitividad tanto
ellos como nuestro país pues la materia prima de la tecnología es el
conocimiento científico. Finalmente, a las empresas hay que ayudarlas a
afrontar los costos de las primeras etapas del desarrollo de tecnología
mediante inversión conjunta pero, de manera mucho más valiosa, mediante el
acercamiento a científicos en centros e institutos de investigación quienes
pueden acelerar enormemente la velocidad de los proyectos con su experiencia.
El último piso es la inversión en auxiliares para la
investigación científica y también para el desarrollo de tecnología. Estos
auxiliares son laboratorios especializados que provean servicios a los
investigadores que se dedican a la ciencia básica o a los tecnólogos en la
industria. La mejor manera de hacerlo es instalando y equipamiento laboratorios
certificados en áreas estratégicas dentro de centros e institutos de
investigación reduciendo con esto la necesidad de inversión en equipamiento
dentro de la industria. En este sentido, es indispensable también invertir en
mega proyectos científicos, al igual que lo hacen los países más competitivos
del mundo, para poder alcanzarlos. Uno de estos mega proyectos es el Sincrotrón
mexicano que daría servicio a prácticamente todas las áreas científicas y a
nuestras principales industrias.
Finalmente hay que decorar el pastel, cubrirlo de una capa
dulce y atractiva, que es la divulgación de la ciencia y la tecnología para que
la sociedad desarrolle el gusto necesario por el conocimiento y también para
que las aprecie como una parte importante de la vida moderna facilitando que se
le proporcionen los recursos públicos necesarios para su desarrollo. Esta
columna es parte del decorado de un pastel que hemos construido entre todos durante
los últimos 18 años y que dejamos allí para que ustedes lo revisen y lo
aprueben pero, sobre todo, para generarles conciencia de la importancia de
seguirlo desarrollando para la grandeza de Morelos y beneficio de los
morelenses.