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lunes, 24 de julio de 2017

Abogados para un Morelos innovador


Artículo publicado originalmente por Brenda Valderrama en la columna "Reivindicando a Plutón" del Sol de Cuernavaca el 24 de julio de 2017.




Dedicado a Nadia, mi abogada favorita.


Actualmente en Morelos uno de cada tres jóvenes entre 18 y 22 años asiste a la universidad y 27 mil de ellos, un poco más de la mitad, lo hacen dentro del sistema de educación público, ya sea en planteles estatales (Universidad Politécnica del Estado de Morelos, Universidad Tecnológica del Sur del Estado de Morelos, Universidad Tecnológica Emiliano Zapata, Colegio de Morelos, Centro Morelense de las Artes del Estado de Morelos), federales (Instituto Tecnológico de Cuautla, Instituto Tecnológico de Zacatepec, Normales Rurales de Cuautla y Amilcingo, Universidad Pedagógica Nacional) o Autónomos (Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad Autónoma del Estado de Morelos). La institución con mayor diversidad es la Universidad Autónoma del Estado de Morelos con una oferta de 54 carreras, sin embargo un análisis de la demanda nos indica que solamente 6 carreras reciben a uno de cada tres estudiantes inscritos: Contaduría, Derecho, Arquitectura, Biología, Médico Cirujano y Psicología.

Todas estas carreras, con la excepción de Biología, son populares porque los egresados pueden establecer clientela en despachos o consultorios privados y de esta forma tienen más autonomía laboral. Sin embargo, también son carreras donde un número importante de sus egresados no labora en su área de especialidad quizá porque los planes de estudios no han sido actualizados a la realidad de nuestro país. Con esta idea en mente, en esta ocasión revisaremos a situación laboral y también daremos algunas propuestas para los egresados de una de estas carreras, la de Derecho.

Reconocemos como abogados a aquellos profesionista que se dedican a defender, en juicio por escrito o de palabra, los intereses o causas de los litigantes, pudiendo ser su representado particulares, empresas o gobiernos, en asuntos jurídicos en los tribunales competentes. Muy identificada con la colonia, esta profesión estaba ya presente entre los aztecas, entre los cuales existía el tepantlato (de tlatoa tepanni que significa abogar o rogar por otro). La historia de México cuenta con abogados ilustres como Francisco Primo de Verdad y Ramos y Francisco Azcárate que fueron precursores de la Independencia así como liberales como Benito Juárez, José María Iglesias y Vicente Riva Palacio, entre otros.

De acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI levantada en 2016 existen en nuestro país 51 mil personas que ejercen como auxiliar en servicios jurídicos y 342 mil que ejercen como abogados, de éstos últimos 4 mil cien lo hacen en Morelos. En general, de cada 10 abogados 6 son hombres y 4 mujeres. Aunque hay más mujeres que hombres como empleadas sus ingresos son muy similares pero cuando las mujeres son empleadoras ganan 10% más que los hombres. La gran mayoría de los abogados son licenciados y solo uno de cada diez cuentan con una maestría o un doctorado. Su nivel de vida es ligeramente mejor que el del promedio de la población y uno de cada tres son solteros o solteras. Las áreas más frecuentes para el ejercicio profesional del abogado son las tradicionales: civil, penal, familiar, laboral, etc.

Aún siendo una profesión muy apreciada en nuestro país vemos con preocupación que existe una necesidad no satisfecha de abogados que se especialicen en áreas relacionadas con la tecnología y por esto no pretendo pedir que se conviertan en ingenieros, sino que se adentren en los temas que surgen como prioritarios a partir de los cambios estructurales de nuestro país y de los cuales voy a mencionar tres.

PROPIEDAD INTELECTUAL. La existencia de un complejo mercado global hace necesario contar con abogados especializados en la protección y defensa de los inventores o creadores mediante la correcta aplicación de la leyes que protegen la propiedad intelectual a través de las patentes, el derecho de autor y las marcas, por ser estas las figuras que permiten obtener reconocimiento y ganancias por las invenciones o creaciones. Al equilibrar el interés de los innovadores y el interés público, el sistema de protección intelectual procura fomentar un entorno propicio para que prosperen la creatividad y la innovación mediante el análisis de los antecedentes, la evolución y la naturaleza jurídica de las figuras legales que protegen la propiedad intelectual; los contratos relevantes y los procedimientos de creación y reconocimiento de los derechos de la misma, como obtención de patentes, registro de marcas e inscripción de obras y actos relacionados con el derecho de autor, y temas polémicos como el uso libre y justo de las obras, la operación del Creative Commons y las tendencias del software libre.

DERECHO ENERGÉTICO. En pocos meses seremos testigos del nuevo mercado de combustibles el cual se abrirá para noviembre de este año en Morelos y que nos traerá nuevas marcas de gasolina así como la instalación de estaciones despachadoras de gas natural para autos convertidos. Gracias a nuestro clima excepcional encontraremos también nuevos proyectos de generación de electricidad a partir de energía solar de manera cada vez más frecuente. Y en nuestro campo veremos un nuevo tipo de cultivos, los energéticos, que son la materia prima para la fabricación de biogasolina, bioetanol y biodiesel. La reforma energética abre un nuevo campo de ejercicio del derecho en nuestro país donde especialistas en temas como política energética y regulación, régimen jurídico de la energía eléctrica, de los hidrocarburos, de las actividades reguladas en materia de gas, las energías renovables y la eficiencia energética, de los proyectos generadores de energía, de las participaciones público privadas, entre otros, serán cada vez más solicitados.

DERECHO DE LAS TELECOMUNICACIONES. Este tema tiene una importancia especial en momentos en los que los medios de comunicación se vuelven un asunto central, destacando la trascendencia de su función en la democracia y, con ello, la necesidad de modernizar las normas jurídicas que rigen sus relaciones con los poderes políticos, económicos y con la sociedad en general. La reforma estructural de nuestro país en telecomunicaciones está demandando especialistas capaces de litigar aspectos relacionados a los medios de transmisión, las concesiones del espectro radioeléctrico, órbitas satelitales y bandas asociadas, etc. Igualmente se requieren especialistas en la comprensión y en la aplicación de los aspectos jurídicos que regulan el uso de los recursos tecnológicos y de la información digital en temas como comercio electrónico, cibercrimen y protección de la propiedad intelectual en la era digital.


El esfuerzo que hacemos todos nosotros por generar una mejor economía para Morelos, más fuerte gracias a la industria y a la tecnología, debe ser sustentada y defendida por abogados especialistas en estos temas. Hasta ahora ha sido necesario salir a otros estados para obtener la formación y la experiencia en el derecho de las tecnologías, esperamos que muy pronto las instituciones de educación superior de nuestro estado, ya sean públicas o privadas, ofrezcan a nuestros jóvenes abogados opciones frescas y novedosas de especialización y a nuestros empresarios el acompañamiento adecuado para dar a sus inversiones la seguridad jurídica que merecen.

domingo, 16 de julio de 2017

El futuro del Conacyt


Artículo publicado originalmente por Brenda Valderrama en la columna "Reivindicando a Plutón" del Sol de Cuernavaca el 10 de julio de 2017.

El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología se crea por disposición del Congreso de la Unión el 29 de diciembre de 1970 durante la administración de Luis Echeverría como la entidad asesora del Presidente de la nación con la misión de articular las políticas públicas del gobierno federal así como de promover el desarrollo de la investigación científica y tecnológica, la innovación, el desarrollo y la modernización tecnológica del país.

Antes de 1970, la poca investigación que se hacía en México era dispersa, sin vinculación con las necesidades del país y sin un apoyo presupuestal definido. La creación del Conacyt detonó el desarrollo de la ciencia en nuestro país siendo sus programas emblemáticos el de Becas de Posgrado Nacionales, el Sistema Nacional de Investigadores y el Programa Nacional de Posgrados de Calidad. Estos programas, entre otros, han permitido la consolidación de una planta de aproximadamente 50 mil investigadores y una matrícula de otros tantos estudiantes de posgrado en todo el país.

De manera paralela, el Conacyt ha constituido instrumentos de inversión distribuidos entre fondos institucionales, fondos mixtos en los que se asocia con gobiernos estatales o municipales y fondos sectoriales donde la asociación es con secretarías del gobierno federal. Con la excepción del Fondo Sectorial SEP-Conacyt para Ciencia Básica, el resto de los fondos emite de manera regular demandas a atender (equivalente a problemas a solucionar) identificados como prioritarios por alguna de las entidades asociadas (gobiernos estatales o municipales, secretarías federales o el mismo Conacyt)  convocando a la comunidad científica del país a proponer proyectos. Para lograrlo, los investigadores reciben recursos que pueden dedicar a la compra de equipo especializado o de sustancias químicas, a becas para investigadores asociados y también a la publicación de los resultados, entre otros rubros. Para garantizar la calidad de los proyectos el Consejo ha desarrollado un sofisticado mecanismo de revisión entre pares, es decir, los proyectos de un tema específico, por ejemplo de óptica, serán revisados únicamente por otros expertos en óptica y así para todas las áreas del conocimiento.

El fondo de Ciencia Básica es diferente ya que no publica demandas sino que convoca a los investigadores para que sometan a evaluación los temas de su interés personal o grupal, siendo los únicos criterios de selección la calidad y la viabilidad de la propuesta. Este fondo es vital para nuestro país, pues es el único que financia la generación de conocimiento dirigido únicamente a perfeccionar el entendimiento de la naturaleza, del universo o de la sociedad humana sin otro objetivo específico. La ciencia básica es la materia prima del desarrollo de las sociedades modernas, ya sea a través de la generación de tecnología, como por ejemplo una vacuna o un celular, o también de conocimiento en áreas sociales como podría ser un nuevo modelo económico.

Durante la reciente instalación de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la CONAGO (Conferencia Nacional de Gobernadores) su presidente, el gobernador de Colima Ignacio Peralta, hizo mención a  la pertinencia de la reorganización de Conacyt como Secretaría de Ciencia, Tecnología y Educación Superior.  Este cambio de nivel sería un detonante para el desarrollo de la ciencia en nuestro país pues por primera ocasión se le daría el más alto nivel al tema dentro de la estructura nacional. Cabe aclarar que con anterioridad se había presentado una propuesta similar, como resultado de la Agenda Ciudadana de Ciencia, Tecnología e Innovación que presentó en 2012 el entonces rector de la UNAM Dr. José Narro a la misma CONAGO.  Aquí es pertinente mencionar que a nivel de estado existen ya seis entidades en nuestro país que han establecido secretarías especializadas, siendo Morelos el pionero con la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología estatal. Una vez abierto el debate se comenzarán a difundir diferentes propuestas por lo que quisiera aprovechar estas líneas para someter a la discusión pública una más.

Como principio, coincido plenamente con la elevación de rango del Conacyt a secretaría de Estado. Esto por dos razones. La primera porque estoy convencida que en el siglo XXI el futuro de nuestro país está, más que nunca, atado a nuestra capacidad para desarrollar la mejor ciencia y la mejor tecnología posibles y, por lo tanto, se le tiene que dar la prioridad que merece pero también, y en esto usaré las palabras del director fundador del Conacyt, el Dr. Méndez Docurro, porque “... para conseguir recursos de Hacienda o de cualquier otra dependencia, no le van a hacer caso; en cambio, sí ahí está una gente del mismo nivel jerárquico, un secretario de Estado, lo tienen que atender de otra manera".

La reciente reducción en el presupuesto del Conacyt nos debe servir de alerta. No solo se trata de redoblar esfuerzos para gestionar más recursos para la ciencia sino que esto ocurrirá en un panorama de menores ingresos para el gobierno por lo que también sería importante no generar más burocracia en el proceso. Finalmente, esta modificación debería considerar también prioritario robustecer la innovación, es decir, que se consoliden los mecanismos que permiten que el conocimiento generado por la investigación científica se transforme en productos y servicios que hagan más competitiva nuestra economía para la generación de riqueza, la creación de empleos y la atracción de inversiones.

Por todas estas razones propongo evaluar con detenimiento la conveniencia de que, de elevarse de rango el Conacyt a secretaría de Estado, se consolide su alcance mediante la fusión con otras áreas afines como sería la Secretaría de Economía, generando de esta forma una entidad con la gobernanza necesaria y suficiente para el impulso a la innovación basada en ciencia y tecnología. La pertinencia de incluir a la Educación Superior en la definición de la dependencia se las dejo a los expertos en el sector educativo pero de ninguna manera la descarto. El nombre de tal dependencia podría ser Secretaría de Economía del Conocimiento, de Ciencia, Tecnología y Desarrollo Económico o, sencillamente, de Innovación.

Esta modificación redundaría en: 1) Elevación del tema de ciencia, tecnología e innovación a nivel de secretaría de Estado; 2) Consolidación de las áreas indispensables para la transformación de nuestra economía en una economía del conocimiento; 3) Reducción del aparato administrativo esperando que los recursos liberados puedan ser canalizados a inversión.

Como referente internacional tenemos a Corea del Sur, país pionero en el establecimiento de una economía del conocimiento que, mediante una cuidadosa estrategia de gobierno, realizó cambios estructurales entre los que se encuentra la creación de la primera Secretaría de Ciencia y Tecnología a nivel mundial y también la fusión de las Secretarías de Economía y Finanzas. Gracias a estos cambios pudieron no sólo sortear la crisis financiera asiática de 1997 sino superarla con mejor competitividad.

México ha cambiado mucho desde 1970, hemos tenido altas y bajas, hemos creado grandes instituciones pero también hemos visto cómo se deterioran por falta de decisión para realizar los cambios necesarios en el momento oportuno. Conacyt es una de estas grandes instituciones, tenemos la responsabilidad de tomar las mejores decisiones como sociedad pensando en el futuro. Espero que estas líneas sirvan para alimentar el debate público sobre el tema.

Información adicional

Testimonio sobre la creación del Conacyt por su director fundador, Dr. Eugenio Méndez Docurro

Agenda temática vigente de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la CONAGO

Informe Público de la Agenda Ciudadana de Ciencia, Tecnología e Innovación presentada por el Rector de la UNAM a la presidencia de la CONAGO en 2012

Estudio de caso del Banco Mundial sobre Corea del Sur y la economía del conocimiento



lunes, 3 de julio de 2017

Noticias falsas y otras mentiras




Artículo publicado originalmente por Brenda Valderrama en la columna "Reivindicando a Plutón" del Sol de Cuernavaca el 3 de julio de 2017.

Quien diga que nunca ha mentido es un mentiroso. Todos mentimos, hay quien dice que lo hacemos diez veces por semana, quien sabe. En ocasiones son pequeñas mentiras que evitan entrar en detalles engorrosos (sí hice la tarea maestra, pero el perro se la comió), a veces para evadir responsabilidades (te aseguro que iba saliendo a buscarte pero sonó el teléfono y me distraje), para disimular incapacidades (lo hubiera hecho mejor si mi compañero me hubiera dado la información a tiempo) y un gran etcétera.

Pensemos en una persona que inventa una mentira. Imaginemos ahora que se la dice a diez personas en un día, y esas a otras diez cada una y así sucesivamente cada día, de forma que se requeriría una semana muy intensa de chisme para que un millón de personas se enteren. Gracias a los medios masivos de comunicación ese tiempo se ha acortado de manera impresionante. Por ejemplo, el mensaje que más rápido se ha dispersado por la red social tuiter alcanzó ochocientas mil personas en quince segundos con réplicas en prácticamente todos los rincones del mundo.

A pesar de que  la mentira es parte de la naturaleza humana y ocurre todo el tiempo, existe la certeza de que la verdad se impondrá de manera inevitable con el tiempo. Esta certeza proviene de la confianza en la capacidad de las personas de distinguir y privilegiar lo verdadero sobre lo falso. Y así ha sido. Hasta ahora, por lo menos.

La cantidad de información a la que estamos expuestos actualmente ha distorsionado todo y son cada vez más frecuentes los casos en los que una mentira es aceptada socialmente como cierta llegando a tener consecuencias graves. Como ejemplo, el año pasado durante la campaña presidencial en Estados Unidos, una fuente anónima inició una noticia falsa donde denunciaba a la candidata Hillary Clinton como cómplice de una red de prostitución infantil dentro de una conocida pizzería. Por inverosímil que suene la idea tuvo gran movimiento en redes sociales hasta que llegó a una persona en la que desató tal indignación que decidió actuar y se presentó en la pizzería atacando al personal con un arma.

¿Qué puede estar detrás de la difusión de una mentira? En el origen, podría tratarse de una acción deliberada con la intención de generar un cambio en la opinión pública mediante el manejo de sus emociones. Así fue en el caso de la pizzería que buscaba desacreditar a una candidata durante una competida campaña electoral. El caso más amable, pero no por eso de menor responsabilidad, es aquella mentira que se genera por inexperiencia o por descuido, como le sucedió a Joaquín López Dóriga quien publicó en abril pasado una nota falsa donde denunciaba la presencia de ex-gobernador de Veracruz, prófugo de la justicia en esos momentos, en Canadá de forma contraria a la opinión de las autoridades mexicanas generando desconfianza en la investigación.

Quisiera dejar claro que creer o no una noticia falsa no tiene nada que ver con la inteligencia de una persona sino con sus emociones y creencias. La ciencia tiene una opinión de cómo funciona este fenómeno y lo describe en cuatro dimensiones.

Simplicidad cognitiva. Creer es fácil, desconfiar es difícil y nos sentimos muy incómodos frente a la ambigüedad. Por esta razón cuando encontramos un mensaje sencillo, claro, concreto y bien presentado, tendemos a aceptar automáticamente que es verdad. Dado que la duda implica un esfuerzo adicional que no todos queremos hacer, lo más fácil es aceptar y seguir adelante.

Disonancia cognitiva. Sensación de estrés que sufrimos cuando encontramos dos ideas en conflicto. En este caso es frecuente que resolvamos el conflicto aceptando sin mayor análisis como verdad aquella idea más cercana a nuestras creencias. Esto lo hacemos porque si aceptamos la idea contraria, entonces entra en riesgo nuestro sistema de creencias. Por ejemplo, los creacionistas atacan la evolución no porque tengan evidencia de que no es cierta sino porque temen que si lo fuera se colapsaría su creencia religiosa. Lo mismo pasa con otros temas polémicos como el calentamiento global, el matrimonio igualitario, etc.

Contragolpe. Cuando una persona ha aceptado una idea a través de la resolución de un conflicto cognitivo y recibe de repente evidencia irrevocable de su error de juicio, es más probable que reafirme su posición, basada en su sistema de creencias, antes que aceptar su error. Es por esto que las refutaciones difícilmente llegan a cambiar la opinión de las personas por más verdaderas que sean.

Unidad tribal. A los humanos nos gusta vivir en grupos y existe una intención evolutiva de estar en sintonía con el resto de nuestra tribu, ya sea una comunidad, un grupo de amigos, una familia, una iglesia o un grupo social virtual. El cuestionamiento intenso hacia quien nos comparte una idea en conflicto nos podría llevar a la separación del grupo. Por lo tanto, cuando nuestro grupo social comienza a propagar una idea, aunque nos cause conflicto o esté en contra de nuestras creencias, hacemos un esfuerzo para aceptarla en beneficio de la unidad del grupo.

Ahora, ¿qué podemos hacer para prevenir la propagación de mentiras en redes sociales? Aquí hay dos posibles soluciones. La primera es reducir el número de ideas a las que estamos expuestos. Las redes sociales han aumentado hasta en miles de veces el número de ideas a las que estamos expuestos en un día. El consejo sería evaluar con detenimiento a quienes seguimos en redes sociales y eliminar aquellas fuentes que suelen propagar noticias falsas. La segunda solución es darnos tiempo para evaluar lo que leemos y pensar dos veces antes de propagar una nota sospechosa, aunque nos la haya enviado nuestro mejor amigo o nos cause indignación inmediata o refuerce nuestro sistema de creencias.

Cada uno de nosotros somos responsable de nuestras propias opiniones y creencias y es nuestro privilegio ser escépticos y discriminar lo que asimilamos como propio y lo que no. No estar de acuerdo es bueno, los  grandes avances de la humanidad se han dado porque afortunadamente siempre ha habido quien ejerza este derecho a dudar de lo que la mayoría piensa. No estar de acuerdo con los demás es nuestro privilegio y nuestro derecho, vamos a ejercerlo.

Información adicional

Recuento puntual del proceso por el que una noticia falsa se dispersa por las redes sociales


Análisis estadístico y modelo predictivo del comportamiento de noticias falsas en redes