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lunes, 8 de febrero de 2016

Anatomía de un artículo científico

Artículo publicado originalmente por Brenda Valderrama en la columna Reivindicando a Plutón del Sol de Cuernavaca el 8 de febrero de 2015.




Para ser un buen científico es indispensable tener un profundo dominio de los conceptos básicos del área,  creatividad para imaginarse lo que nadie se ha imaginado, disciplina para soportar las innumerables veces en las que uno se va a equivocar y aún así seguirlo intentando, método para garantizar la calidad de los resultados y habilidad para comunicar, ya sea verbalmente o por escrito, los resultados de las investigaciones.  En esta ocasión tocaremos este último tema, en particular la comunicación por escrito mediante artículos científicos por ser la forma más importante como se publica la ciencia en nuestros días.

Comencemos por aclarar que un artículo científico comparte con cualquier otra forma de expresión escrita dos aspectos fundamentales: estructura y estilo. La estructura de un artículo científico experimental es relativamente sencilla: resumen, introducción, materiales y métodos, resultados y discusión. Cada una de estas partes cumple una función específica y deberán estar integradas con sentido de comunicación. Siempre recomiendo a mis estudiantes comenzar con la sección de materiales y métodos por dos razones, la primera porque es un área que dominan y les va a generar seguridad y segundo porque es la sección más sencilla de escribir ya que se encuentra relativamente desconectada del resto del artículo pero sin descuidarla, pues es la sección que permitirá que los experimentos puedan ser realizados por otros investigadores.

Posteriormente recomiendo seguir con la introducción. Se trata de reseñar cómo se encontraba el conocimiento en el campo de estudio al momento de iniciar la investigación citando alrededor de media docena de artículos relevantes incluyendo algunos del mismo grupo. El objetivo de esta sección es dejar claro que existen antecedentes necesarios para justificar la publicación de los resultados de nuestro artículo. La introducción deberá estar conectada conceptualmente con la sección de materiales y métodos pues una vez planteado el problema a resolver se deberá tener cuidado que los experimentos sean los adecuados para responder la pregunta. Todos los artículos, capítulos o libros que se citen deben haber sido leídos por el estudiante y recomiendo tenerlos impresos y a la mano para cualquier cotejo o aclaración. Les parecerá increíble pero hay autores que citan artículos que no existen pero como alguien más los citó antes se perpetúa el error por falta de cuidado en el método de escritura.

La siguiente sección a elaborar es la de resultados. Aquí es muy recomendable tener un mapa conceptual donde se enlisten todos los experimentos que se realizaron para darle continuidad al texto. Lo más recomendable es que todo el grupo haya participado en el diseño y discusión de los diferentes experimentos ya que esto asegura que la calidad de los mismos sea homogénea, si no fuera posible, entonces el responsable del manuscrito tendrá que asegurarse de que así sea. Un mal experimento, mal diseñado o mal interpretado, podría ser suficiente para que se rechace el artículo en perjuicio de todos los colaboradores. Por supuesto, hay que tener cuidado que todos los experimentos descritos en esta sección estén  documentados con precisión en la sección de materiales y métodos.
Una vez terminadas estas tres secciones es tiempo de atacar la discusión. Esta sección es la parte más importante del artículo pues es la que integra las tres anteriores al describir de qué manera los resultados presentados impactan al campo de estudio. Aquí hay que evitar frases superlativas y tratar de dimensionar correctamente dicho impacto.

Una vez escritas y revisadas las tres secciones anteriores es tiempo de redactar el resumen. Es importante entender que muchas personas, incluyendo a los revisores, decidirán leer el artículo completo o no solamente  a partir de la impresión que reciban del resumen.  El resumen deberá contener una versión breve del estado del campo que justifique los experimentos, de las metodologías aplicadas y de los resultados alcanzados mencionando al final el impacto de los mismos. El título del artículo emanará del resumen y deberá transmitir de forma clara y concisa el fin del trabajo.

La estructura que acabo de describir nos da el cascarón del artículo pero carente todavía de contenido. El contenido hay que diseñarlo también mediante la identificación del concepto central de todo el trabajo. Este concepto cumplirá la función de columna vertebral del documento y deberá ser utilizado como el eje sobre el cual se articulen los conceptos secundarios. Un estilo deficiente llevará al lector a la confusión y al enfado, degradando un buen trabajo en un mal artículo.


El estilo, a diferencia de la estructura, es una construcción personal. Cada uno de nosotros tenemos nuestro propio estilo y a veces es posible reconocer al autor de un párrafo por el mismo. Como cualquier habilidad, el estilo puede ser desarrollado y perfeccionado mediante el ejercicio constante de la escritura, una actividad intrínsecamente ligada a nuestra humanidad. Termino citando a uno de mis autores favoritos, el alemán Thomas Mann, que nos dice en su libro La Montaña Mágica: “Un estilo bello conduce a las bellas acciones. Escribir bien supone pensar bien, y esto no está muy alejado del obrar bien. Toda la civilización y todo perfeccionamiento moral parten del espíritu de la literatura, que es el alma de la dignidad humana y que es idéntica al espíritu de la política”.

Información adicional

Guía sobre cómo escribir un artículo experimental en biología y medicina

11 pasos para estructurar un artículo científico que los revisores tomen en serio

El uso de un thesaurus nos permite ampliar nuestro vocabulario en inglés mejorando el estilo

Recomiendo ampliamente la lectura del libro "Discurso sobre el estilo" del Conde de Buffon


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