Artículo publicado originalmente por Brenda Valderrama en la columna "Reivindicando a Plutón" del Sol de Cuernavaca el 21 de diciembre de 2015.
La irradiación del sol es la principal entrada de energía a
nuestro planeta y la vida como la conocemos ocurre gracias a que
las plantas absorben parte de esta energía mediante la fotosíntesis y la
utilizan para producir alimentos. Cerca del Ecuador la cantidad de luz solar
que llega a la corteza terrestre es prácticamente la misma a lo largo del año
sin embargo más cerca de los Polos la cantidad de la misma varía grandemente
dando lugar a lo que conocemos como estaciones. La primavera y el otoño
comienzan con un equinoccio mientras que el verano y el invierno lo hacen con
un solsticio.
Y es precisamente esta noche, 21 de diciembre de 2015 a las
22:35 horas, que ocurrirá el solsticio de invierno de este año. La palabra solsticio
proviene del latín solstitium que
significa sol quieto y nos indica el día con la noche más larga (el de invierno)
o con la más corta (el de verano). En el plano astronómico se trata de los
momentos en los que el sol (visto desde la tierra) alcanza su máxima posición austral
o boreal. Estas diferencias ocurren porque el eje de rotación de la tierra se encuentra
inclinado 23 grados 27 minutos con respecto al plano de su órbita con respecto
al sol y los solsticios marcan el momento en que la irradiación que proviene
del sol se encuentra focalizada en uno de los extremos del planeta, ya sea en
el norte o en el sur, dejando al otro extremo en mayor oscuridad. La noche más
larga del año para Morelos comenzará a las 18:03 horas y terminará a las 7:07
del siguiente día, es decir, que tendremos oscuridad por 13 horas 5 minutos, en
contraste con la del solsticio de verano del próximo 20 de junio, cuando la
noche durará solamente 10 horas 46 minutos.
Hoy mismo, en el Círculo Polar Ártico, dentro del que se
encuentran Alaska, Rusia, Finlandia, Noruega, Islandia y Groenlandia, el Sol no
saldrá por 24 horas seguidas y a partir del siguiente día las noches comenzarán
a acortarse. Esta fecha ha sido especialmente importante para las sociedades
originarias que habitaban hacia los polos pues las reservas de alimentos colectados
durante el verano debían ser cuidadosamente administradas para no sufrir
hambre. Quizá sea por esta razón que los solsticios han sido conmemorados desde
tiempos neolíticos como lo indican los restos de Stonehenge en Inglaterra o
Newgrange en Irlanda donde el eje primario de los monumentos está cuidadosamente
orientado hacia el punto donde sale o se oculta el sol durante el solsticio de
invierno. Por esta excepcional condición, los celtas y los romanos festejaban el
solsticio de invierno como Sol Invictus,
un triunfo del Sol sobre las tinieblas, y lo celebraban con fogatas.
Posteriormente la Iglesia Católica decidió situar en esa misma fecha la
Natividad de Jesucristo, otorgándole el mismo carácter simbólico de renacer de
la esperanza y de la luz en el mundo y corrigiendo así al mismo tiempo el simbolismo
de la festividad pagana. El desplazamiento de las fechas se debe a los ajustes
que ha sufrido el calendario durante la historia.
También las sociedades originarias de México y el resto de
Mesoamérica, donde la astronomía alcanzo niveles de altísima sofisticación, celebraban
los solsticios. Por ejemplo, tal como nos dice Beatriz Barba de Piña Chán en su
libro “Iconografía mexicana: Las representaciones de los astros”, nuestros
ancestros extendieron una línea imaginaria a través de la Cuenca del Valle de
México, entre Cuicuilco y el Volcán Popocatépetl, la cual sirvió para alinear
poblados y aún actualmente se puede observar desde lo alto del cerro de
Xochitepec, en Xochimilco, que el sol del solsticio de invierno sale exactamente
detrás del pico del Volcán Popocatépetl. Lo mismo ocurre desde el Cerro
Mazatépetl o del Judío, como se conoce actualmente, lo que establece un
alineamiento estelar entre ambos cerros siendo el posible origen de los asentamientos
ceremoniales en sus cúspides.
Pero eso no es el único fenómeno astronómico de la temporada
ya que, de manera casi simultánea con el solsticio de invierno, estaremos experimentando
también el perihelio que es cuando la tierra se encuentra más cerca del sol
durante el año. Este momento ocurrirá exactamente el próximo 2 de enero y la
distancia será de 147 millones de kilómetros, cinco millones de kilómetros más corta
que durante el afelio, que ocurrirá el próximo 4 de julio. De manera
sorprendente, el estar más cerca del sol no nos ayudará mucho, pues debido a la
inclinación de la tierra y también a que el hemisferio norte tiene más tierra que agua, el planeta se encontrará de hecho 2.3 grados centígrados más frío que
en el afelio.
Para terminar estas afortunadas coincidencias, tendremos
oportunidad de ver una brillante luna llena el próximo 25 de diciembre, lo que
no sucede desde 1977 y no volverá a ocurrir hasta 2034.
La naturaleza nos regala con tres hermosos fenómenos para
esta temporada la cual, les deseo, sea tan especial como cada uno de ustedes.
Información adicional
El Villancico "In the Bleak Midwinter" conmemora el Solsticio de Inverno retomando un poema de Christina Rossetti (1872), el cual fue posteriormente musicalizado por Gustav Holst.
En arreglo coral por el Coro de Kings College en Cambridge
En arreglo instrumental por Gustav Holst
In the bleak mid-winter
Frosty wind made moan,
Earth stood hard as iron,
Water like a stone;
Snow had fallen, snow on snow,
Snow on snow,
In the bleak mid-winter
Long ago.
Our God, Heaven cannot hold Him
Nor earth sustain;
Heaven and earth shall flee away
When He comes to reign:
In the bleak mid-winter
A stable-place sufficed
The Lord God Almighty,
Jesus Christ.
Enough for Him, whom cherubim
Worship night and day,
A breastful of milk,
And a mangerful of hay;
Enough for Him, whom angels
Fall down before,
The ox and ass and camel
Which adore.
Angels and archangels
May have gathered there,
Cherubim and seraphim
Thronged the air -
But only His mother
In her maiden bliss
Worshipped the Beloved
With a kiss.
What can I give Him,
Poor as I am?
If I were a shepherd
I would bring a lamb;
If I were a wise man
I would do my part;
Yet what I can, I give Him -
Give my heart.
Frosty wind made moan,
Earth stood hard as iron,
Water like a stone;
Snow had fallen, snow on snow,
Snow on snow,
In the bleak mid-winter
Long ago.
Our God, Heaven cannot hold Him
Nor earth sustain;
Heaven and earth shall flee away
When He comes to reign:
In the bleak mid-winter
A stable-place sufficed
The Lord God Almighty,
Jesus Christ.
Enough for Him, whom cherubim
Worship night and day,
A breastful of milk,
And a mangerful of hay;
Enough for Him, whom angels
Fall down before,
The ox and ass and camel
Which adore.
Angels and archangels
May have gathered there,
Cherubim and seraphim
Thronged the air -
But only His mother
In her maiden bliss
Worshipped the Beloved
With a kiss.
What can I give Him,
Poor as I am?
If I were a shepherd
I would bring a lamb;
If I were a wise man
I would do my part;
Yet what I can, I give Him -
Give my heart.
Programación de fenómenos astronómicos en español
Juan Rafael Zimbrón Romero, 2002. Observaciones calendáricas de las salidas del Sol detrás del Iztaccíhuatl y el Popocatépetl durante el solsticio de Invierno en Iconografía mexicana III; Las representaciones de los astros, Beatriz Barba de Piña Chán (Coordinadora). pp 93-115. Plaza y Valdéz, ed.
Guía turística donde se identifican sitios interesantes para la observación del solsticio de invierno en el Valle de México